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  • Benjamin Moser

El Arsenal de los Libros: resistir desde el frente cultural de Kiev

Hace una década estaba en París asistiendo al Salon du Livre, la mayor feria del libro de Francia que reúne a editores de todo el mundo.

Oficialmente estaba allí para presentar la traducción al francés de mi biografía de Clarice Lispector, pero también tenía una misión secreta: quería conocer a los editores ucranianos para que Lispector fuera leída en el país que la vio nacer. Hace exactamente cien años, ella y su familia habían huido por las mismas carreteras e incluso las mismas calles por las que huyen hoy los desesperados refugiados ucranianos.

No conocía a ningún editor ucraniano. No era agente; no tenía ni idea de cómo hacerlo; simplemente sentía que era importante; y cuando finalmente localicé a una solitaria editora ucraniana, una mujer de mediana edad llamada Anetta Antonenko, intenté contarle mi historia.

Clarice Lispector era la mejor escritora moderna de Brasil, le dije. Era tan brillante, tan magnĆ©tica, que sus compatriotas se agotaban intentando describir a ā€œla princesa de la lengua portuguesaā€. Y este orgulloso sĆ­mbolo de la cultura brasileƱa nació en Ucrania.

"Es una cuestión de orgullo nacional, de corregir una injusticia histórica, de llevarla a su lugar de nacimientoā€, dije.

Debíamos parecer una pareja cómica. Soy casi el doble de grande que Anetta. Ninguno de los dos hablaba mucho el idioma del otro. Sin embargo, de esa manera milagrosa que ocurre entre personas que estÔn destinadas a entenderse, nos entendimos.

Poco después, la editorial de Anetta Antonenko empezó a publicar la obra de Clarice. Ya ha publicado tres de sus novelas, y estÔ preparando una edición ucraniana de La pasión según G.H. Anetta Antonenko también es la editora ucraniana de Bataille, Lorca y Borges, y estaba esperando una traducción de mi biografía de Susan Sontag.

Hace unos dĆ­as escribió que su padre era soldado y su madre mĆ©dica: ā€œSĆ© disparar y sĆ© curarā€. Ahora, esta mujer amable y culta estĆ” sentada en un piso de un barrio, antes tranquilo, a tan solo tres kilómetros de la estación central de Kiev.

ā€œEstoy en mi casaā€, dijo cuando hablamos por WhatsApp este fin de semana. ā€œMis dos gatos estĆ”n conmigo y no quiero esconderme. Me niego a tener miedo en mi propio paĆ­s. AsĆ­ que trabajo todo lo que puedo. El trabajo salvaā€.

Tiene comida para diez o quince días para ella y para un mes para sus gatos. Y, como millones de civiles ucranianos, tiene un arma. Cuando tenía veinte años, su padre le enseñó a disparar, y aunque cumplió sesenta años en enero, estÔ preparada para usarla si es necesario.


ā€œNo tengo miedo a luchar. Pero creo que las palabras son una contribución importante a nuestra victoria. He recibido mucho apoyo moral de editores, agentes, autores, traductores, embajadas y fundaciones. Hago todo lo que puedo para ayudar a que se conozca nuestra situaciónā€.

Empezó a publicar libros exclusivamente en lengua ucraniana en un momento en el que, en un paĆ­s mayoritariamente bilingüe, gran parte de la literatura solo estaba disponible en ruso. Antonenko, como la mayorĆ­a de los ucranianos de su generación, domina el ruso. ā€œUcrania era la zona mĆ”s instruida de la antigua Unión SoviĆ©tica. Nosotros, y no Rusia, siempre fuimos la nación que mĆ”s libros leĆ­a. Mi convicción sagrada es que una nación es su lengua. Y cuando Rusia nos invadió y ocupó Crimea y el DonbĆ”s, decidĆ­ que publicar en ucraniano era la mejor manera de ayudar a mi paĆ­sā€.

Su persistencia dio sus frutos: ā€œLa situación económica era mala. Moral y financieramente fue duro. Pero alcanzamos nuestros objetivos presupuestarios de cinco aƱos en solo tresā€. Se benefició de un renacimiento de la lengua. En los Ćŗltimos aƱos, dijo, ā€œha aumentado notablemente el uso del ucraniano, tanto en pĆŗblico como en privadoā€.

Antonenko compara la ocupación del territorio ucraniano con la ocupación de la literatura ucraniana. ā€œSe apropiaron de nuestros escritores –Gogol, Bulgakov, Babel– y los llamaron rusos. Ahora han invadido nuestra tierra y quieren llamarla Rusiaā€.

Pide al mundo del libro que apoye a Ucrania poniendo fin a las colaboraciones con Rusia. ā€œEstamos hablando de no permitir stands rusos en las ferias del libro. De no concederles becas en el campo editorial. Y de que los agentes no cedan derechos ucranianos a los editores rusos. Hay que ignorar a los editores rusos que dicen que no tienen nada que ver con la polĆ­tica. Se han quedado callados. Ellos tambiĆ©n son culpablesā€.

Como muchos ucranianos, Antonenko se siente frustrada porque las advertencias anteriores no se tomaron en serio. ā€œLlevamos aƱos diciĆ©ndoloā€. No se tomó en serio a la propia nación: ā€œHemos sorprendido al mundo entero, pero no nos hemos sorprendido a nosotros mismos. Hemos hecho que el mundo entero respete a Ucraniaā€.

EstĆ” segura de la victoria final. ā€œEn pocos dĆ­as nos hemos convertido en una sociedad civil fuerte. HabrĆ” pĆ©rdidas, pero Putin mancillarĆ” a Rusia durante generaciones, como Hitler hizo con Alemania. Ucrania nunca perdonarĆ” a Rusia por esta guerra. No somos un pueblo ā€œfraternalā€. Para nosotros, Rusia es nuestro enemigo para siempreā€.

Y ella sigue editando, haciendo planes y deseando que llegue el Festival del Libro del Arsenal en mayo. El festival debe su nombre al antiguo edificio de Kiev donde se celebra el evento, un nombre que se ha convertido en algo atrozmente apropiado para los ucranianos que se defienden con su cultura ademĆ”s de con sus armas. Antonenko muestra una serena confianza. ā€œCon Ucrania en nuestros corazones, triunfaremosā€.

Los cinco libros de Anetta Antonenko para entender Ucrania:


1. Serhii Plokhy, The Gates of Europe: A History of Ukraine (Las puertas de Europa: Una historia de Ucrania).

La mejor historia de Ucrania en un solo volumen, su historia centenaria de violencia y resistencia.


2. Oksana Zabuzhko, Your Ad Could Go Here: Stories (Su anuncio podrĆ­a ir aquĆ­: relatos).

De una escritora que a menudo es mencionada como la intelectual pública mÔs importante de Ucrania, se trata de una colección de relatos que incorpora acontecimientos políticos como la Revolución Naranja junto con la vida íntima de los ucranianos de a pie.


3. Oksana Zabuzhko, The Museum of Abandoned Secrets (El museo de los secretos abandonados).

La historia novelada de Zabuzhko sobre la Ucrania moderna a travƩs de la vida de tres generaciones de mujeres.


4. AndrƩi Kurkov, Grey Bees (Abejas grises).

Kurkov es famoso como escritor cómico, y en esta novela muestra la historia de Ucrania a través de los ojos de un apicultor de pueblo.


5. Stanislav Aseyev, In Isolation: Dispatches from Occupied Donbas (En el aislamiento: Partes desde el DonbƔs ocupado).

Desde que Rusia la ocupara en 2014, la otrora floreciente región del DonbÔs, en el este de Ucrania, ha sido casi invisible para el mundo: Aseyev muestra cómo ha sido la vida allí y por qué los ucranianos estÔn decididos a evitar que el resto de su país corra la misma suerte.



Traducción: Paloma Farré


Este artículo se publicó originalmente en The Nation, el 28 de febrero.


Benjamin Moser es escritor e historiador. Es autor de una extraordinaria biografĆ­a de Clarice Lispector y del libro Sontag: Her Life and Work, biografĆ­a de Susan Sontag por la cual fue premiado con el Premio Pulitzer en 2020.

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