“[...] No debería juzgarse a los jardines a partir de su forma, sino de su aptitud para reflejar cierto placer de existir.
El jardín en movimiento, Gilles Clément
Este es un mundo perenne en jardines (y bibliotecas).
Entre el polvo, el desierto, los conflictos, brotan o son nacidos.
Ahora mismo, si el hemisferio norte cuida jardines de invierno, en el hemisferio sur maduran jardines de verano.
Este es nuestro tercer año de existir como jardineros.
Hemos aprendido que venimos al jardín como vamos a la biblioteca: sin otro recurso que nosotros mismos.
Y más importante que sembrarlos, es su paradójico cultivo: alterna cuidado e inatención. Presencia y apartamiento.
“El jardín no es una huida hacia el control dominante de la naturaleza; más bien exige atención sostenida a las redes de la vida, incluida la comprensión de estas redes conservada en la memoria humana.
Las canciones de los árboles, David George Haskell
§ CARLOS BRAVO
Es importante dejar que el jardín (como la biblioteca) nos desordene y entusiasme.
O simplemente, refugiarnos en lo fértil.
“Si uno medita con cuidado, todo jardín formula una teoría estética de la belleza y una visión ética de la felicidad.
Jardinosofía, Santiago Beruete
El próximo año los recibiremos en un jardín biblioteca que abrirá sus puertas en el recinto del Colegio de las Vizcaínas y al que estamos todos invitados.
“Cuando uno planta un jardín está haciendo un acto de confianza en el futuro.
Todo lo que cree, Clara Obligado
Esperamos que venir al jardín sea visitar la biblioteca para pasear entre cosas que nos nutren, para estudiar y ensoñar, para trabajar y descansar, para estar solo o acompañado, para pensar, escuchar, concentrarse, distraernos.
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