Es común que en esta época del año revistas y otras instituciones culturales elaboren listas con los 10, 20 o 100 libros, películas, obras, etcétera, que uno no se puede perder. No pocas veces esa lista en lugar de estimular la lectura, oprime. Nos recuerda todo lo que no pudimos y quizá no podremos.
Queremos alejarnos de esa tradición o, más exactamente, darle una vuelta de tuerca. Aprovechar la pandemia para hacer una re visión. Esta pausa también nos brinda la oportunidad de mirar con los ojos cerrados y volver a pasar por el corazón, que eso es la raíz de recordar: Re cordis.
Por eso nos vino a la memoria una exposición que se llevó a cabo hace 6 años en la Biblioteca Vasconcelos. Los libros que me han marcado, de Alejandro Magallanes, autor de nuestro logo y propuesta gráfica.
Como auténtico creador, Alejandro nos propone mirar de otra manera nuestra vinculación con los libros poniendo atención a las huellas que nos han dejado. Y eso nos invita a seguir esos rastros y prolongarlos.
Generoso como es, nos incita a compartir nuestras experiencias.
Y nosotros lo asumimos.
Desde esa perspectiva, la lista no está compuesta por una cantidad redonda. Más que 10, 20, 100 o 120, son sin cuenta. Pero siempre se trata de contar un relato íntimo y personal en el que aparecen sugerencias y prohibiciones, apropiaciones singulares, lecturas y relecturas, no sólo de los libros. En esta pausa te invitamos a elaborar tu propia lista y compartirla con nosotros y con tus seres cercanos.
Lo que cuenta no son cuántos, sino que te hayan marcado, y, sobre todo, que con ellos prolongues esa llama que es anterior a la palabra escrita. La llama de las nanas, los relatos orales, los mitos, la poesía y el asombro.
¡Felices fiestas!, te deseamos desde Jardín Lac. Lectura, arte y conversación en (y para) el espacio público.
Te puede interesar: