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  • Jardín Lac | Tere López Avedoy

La defensa de un jardín

En Tijuana-San Diego, en el punto sur, donde comienza Latinoamérica, se encuentra un pequeño parque que cruza y a la vez divide dos municipios, dos estados y dos países. En 1971, gracias a la iniciativa de Pat Nixon, entonces primera dama y esposa de Richard Nixon, se le dio el nombre de Parque de la Amistad/Friendship Park. Durante medio siglo, este parque ha sido un testigo que reverdece la vida de la región, sobre todo del lado mexicano. Actualmente, ya no es posible visitar el lado estadounidense.


§ Cortesía.



El parque tiene sembrado un jardín, también dividido.

Fue creado en 2007 por estudiantes de ambos lados de la frontera y se concibió como una suerte de biblioteca de plantas de la región, ideado para ser un lugar de encuentro, de amistad y de conocimiento compartido de la flora regional. Desde entonces, el jardín ha agregado progresivamente más y más especies de plantas.

Cada planta se presenta con una ficha que detalla su nombre botánico, su nombre en español y su nombre en kumiai.

Visto desde arriba, el diseño original del jardín correspondía a tres semicírculos cuyas mitades desafiaban al muro fronterizo uniéndose para formar un solo círculo, creando así tres arriates de plantas nativas que cruzaban simbólicamente este tramo de la línea divisoria internacional.

Gran parte del mérito de la fundación y cuidado continuo del jardín recae en Daniel Watman, un profesor de idiomas que se mudó a territorio mexicano, a pocos metros del jardín, para cuidarlo mejor. Voluntarios, activistas, estudiantes, migrantes e incluso paseantes, se unen a él, sobre todo los fines de semana. Aquí, cualquiera puede convertirse en jardinero espontáneo.

En 2015 y 2016, ante el creciente número de migrantes indocumentados deportados de Estados Unidos, que transitaban desamparados por la zona, se instalaron diez camas de cultivo que producen alimentos durante todo el año. Un jardín nativo que cultiva amistad y alimento para quien lo necesite y desee tomarlo.

En 2020, medios de comunicación de ambos lados de la frontera dieron a conocer cómo contratistas arrasaron con todas las plantas del lado estadounidense debido a que se reforzó la vigilancia de la Border Patrol, en medio de la continua militarización del lado norteamericano. Aunque permitieron volver a plantar lo que habían devastado, desde entonces la lucha para mantener la defensa del sitio, así como el concepto de un jardín transfronterizo en el Parque de la Amistad/Friendship Park, se ha vuelto una constante.


Protestas de 2020 § Cortesía Carlos Bravo.


En un gesto de respeto hacia la comunidad indígena kumiai** y en honor a la idea de que la naturaleza no reconoce fronteras, se está considerando cambiar el nombre del jardín Jardín Binacional de Plantas Nativas por Jardín Nativo de Amistad.

Colaboradores y simpatizantes de Jardín Lac hemos visitado el Parque y el jardín del lado mexicano en distintas ocasiones, y recientemente nos enteramos que se reactivaron las protestas para evitar la desaparición del jardín y el parque estadounidense. Por eso recordé una mañana en la que escuché a Watman presentar una planta a una señora que salió a caminar un domingo y, de repente, se encontró explorando este jardín.

En sus visitas guiadas –tal como sucede en las bibliotecas– , Daniel presentaba con entusiasmo cada una de las plantas por su nombre botánico y compartía historias del lugar. Siempre busca fomentar la conexión entre los sers vivos, como entre humano y lo vegetal, a veces en compañía de su perro Galo.

El encuentro entre plantas y personas se da con la misma deferencia con que nosotros decimos “mira, ella es Helena”. Y cada planta parece algo más que su protegida: frente a aquella visitante, por ejemplo, me pareció que la Rhus Integrifolia movió un poco las hojas como respondiendo “El gusto es mío”.

No parece haber posesión en este cuidador (“mi planta”, como quien la ha sembrado), sino compañía y fraternal entrega (como quien dice “ella también está aquí”).


El jardín recibe a todos los visitantes, viajeros y nativos, humanos y no humanos. También a jardineros voluntarios transfornterizos, fieles o espontáneos. § Cortesía Carlos Bravo y B|T|L.


En menos de dos décadas de existencia, el lado mexicano del jardín ha sido un espacio de colaboración, recelo, tránsito y también permanencia.

Ha servido como punto de encuentro entre familias divididas por la frontera, y ha sido testigo de los desesperados intentos de cruces indocumentados. Pero también ha sido escenario de numerosas películas y fotografías, así como de proyecciones de cine, como festivales de música o de poesía.

Hay personas que viajan desde lejos, ya sea del lado estadounidense o mexicano, para regar, limpiar y cuidar ambos lados del jardín.

Y suceden anécdotas menos agradables, como el robo de plantas, materiales, y detenciones arbitrarias, como por ejemplo una historia que involucra una patrulla, Efraín (cuyo rol desconozco), Daniel, y la sospecha de la policía mexicana por portar palas y herramientas tan cerca de la línea internacional.

Del lado estadounidense, el jardín ha estado al borde de la eliminación en 2008, 2020, 2022 y ahora mismo en octubre y novimbre de 2023, la reconstrucción del muro fronterizo que divide México y Estados Unidos ha destruido no solo el jardín, sino también el parque en su totalidad, incluyendo un monumento histórico y la playa.

Como resultado, activistas y miembros de la asociación que cuida el lado estadounidense decidieron protestar y encadenarse en diferentes puntos del muro, desde el lado del Jardín de Plantas Nativas, es decir, del lado mexicano.

La protesta pacífica duró unas horas. Eso fue a finales de octubre, pero con los avances de las obras, algunos activistas volvieron a encadernarse esta segunda semana de noviembre.


El cuidado de plantas, personas y del lugar se extiende hacia otros puntos de la línes fronteriza. § Cortesía Carlos Bravo.


El doble muro, esa política máxima de seguridad del país del norte, convirtió un parque y un jardín que simbolizaban la amistad y la colaboración jardinera transfronteriza, en una especie de zona de nadie dentro de una fosa separada por unos cincuenta metros entre el muro límite con México y un muro al interior de Estados Unidos; comenta Daniel:

“Esa franja convierte al Friendship Park en una cárcel, y no queremos ese mensaje.”

Durante la primera protesta pacífica, los defensores explicaron a los contratistas las razones por las que era importante conservar el jardín “los trabajadores son personas, se sintieron mal, y se retiraron por el día.”.

Sin embargo, al siguiente día los constructores regresaron y terminaron su trabajo.

Ahora, los jardineros ven con preocupación cómo se extingue el medio siglo de un jardín y un Parque de la Amistad, donde convivían nativos de distintos lugares, y que ya no podrá ser.



** Los kumiai son un grupo indígena nativo de la región del sur de California, y del norte de Baja California. Vivían como cazadores recolectores y desarrollaron un profundo conocimiento de su entorno ya que, según los historiadores, tenían prácticas de gestión sostenible de los recursos naturales.


 

Charla TED


En esta conversación, el jardinero activista comparte el origen e intenciones del jardín.



 

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