El trabajo del sueƱo: 4 poemas de Mary Oliver
- Natalia Leiderman y Patricio Foglia
- 30 sept 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 8 oct 2022
En 1986, Mary Oliver publica su libro āDream Workā, siguiendo la estela de su trabajo en āAmerican Primitiveā, de 1983, con el cual se hizo merecedora del Premio Pulitzer. Un libro ambiguo y fascinante que condensa el aliento de la poesĆa de Oliver y que fue traducido recientemente por lxs poetas argentinos Natalia Leiderman y Patricio Foglia, y editado por el sello Caleta Olivia, en la ciudad de Buenos Aires.
Esta semana compartimos un fragmento del prólogo a la edición de āEl Trabajo del SueƱoā, seguido por cuatro poemas tomados de la edición de Caleta Olivia.
Por mĆ”s propio que se sienta, por mĆ”s lĆŗcido que sea, el sueƱo tiene siempre la distancia teatral de una representación. ĀæNo parece provenir de una tierra lejana, ajena? ĀæNo es asombroso recibirlo como si fuera un mensajero? Aun en la teorĆa freudiana, quizĆ” la que todavĆa mĆ”s reverbera en Occidente, el trabajo del sueƱo (metĆ”fora, condensación, desplazamiento -tarea poĆ©tica mediante-) monta un teatro donde mi sueƱo me pone en presencia de mĆ como si fuera otro. El sueƱo es umbral, territorio fronterizo: roe formas fijas, amasa criaturas ambiguas. Como todo buen poema, como toda traducción, el sueƱo distiende los lĆmites de la subjetividad, y los egos se repliegan para que, por fin, emerja desde su fondo burbujeante la voz colectiva que es, en rigor, cualquier voz cuando es verdadera y personal.
Octavio Paz habla del salto a la otra orilla: salto mortal que da la poesĆa, hacia lo otro y hacia mĆ mismo en el mismo gesto. Y este salto, por mĆ”s epifĆ”nico que parezca, se elabora con sudor, con trabajo humano. Porque en el fondo -Āæo en la superficie?- estĆ” el trabajo de la vida: el cuerpo furiosamente vivo que crea y recrea su experiencia, que solo puede comprenderse si se comprende como parte de un todo.
Traducir quizĆ” sea como contar un sueƱo, traerlo a la fragilidad de este mundo. QuizĆ” sea como tener un cuerpo vivo entre las manos, y tener que trasladarlo de una orilla a otra del lenguaje. Procurar que al llegar conserve la respiración, el pulso, la vĆ©rtebra musical. El movimiento es parte de lo vital, y no hay fórmula que pueda evitar que traducir sea una tarea mĆ”s o menos frustrada. Pero la traición mĆ”s grave de la traducción parece ser otra: la mezquindad de no compartirla, de no intentar hacer resonar los poemas en nuestro idioma, en la variedad de la lengua que mĆ”s fĆsicamente nos alcanza. Porque somos irremediablemente humanos: no nos cabe otra cosa que el barro, las copias, los cuerpos, lo posible. Y en esa materia que somos, solo podemos ser eternos, solo podemos encontrar amor (es decir, tirar contra la muerte) a travĆ©s de volcarnos a los otrxs, ser otros. La traducción, como quiere Borges, es siempre traducción de otra, infinita. La cadena de transformación estĆ” siempre in media res, y sigue. Que esta traducción sea otro sueƱo, otro hermoso misterio en el que espejarnos, y tambiĆ©n un rezo al cual aferrarse en este mundo roto.
Poema de la maƱana
Cada maƱana
el mundo
vuelve a crearse.
Bajo los rayos
naranjas del sol
las amontonadas
cenizas de la noche
otra vez se transforman en hojas
y regresan a lo alto de sus ramas ā
y las lagunas parecen
telas negras
con islas pintadas
hechas de flores de verano.
Si tu naturaleza
es ser feliz
vas a nadar a lo largo de suaves senderos
horas y horas, y tu imaginación
iluminarĆ” cada lugar.
Y si tu espĆritu
lleva en su interior
la espina
mĆ”s pesada que el plomo ā
si todo lo que podƩs hacer es
arrastrarte por el camino ā
hay todavĆa un lugar adentro tuyo
una bestia gritando que el mundo
es exactamente lo que querĆa serā
cada laguna con sus lirios encendidos
es una plegaria, escuchada y respondida
generosamente
cada maƱana
te hayas atrevido, o no
a ser feliz
te hayas atrevido, o no
a rezar.
Gansos salvajes
No tenƩs por quƩ ser buena.
No tenƩs por quƩ caminar de rodillas
cientos de kilómetros a través del desierto, arrepintiéndote.
Solamente tenƩs que dejar que el suave animal de tu cuerpo
ame lo que ama.
Contame del dolor, tu dolor, y yo te contarĆ© del mĆo.
Mientras tanto, el mundo sigue girando.
Mientras tanto, el sol y los nĆtidos cristales de la lluvia,
atraviesan los paisajes,
las llanuras y los bosques profundos,
las montaƱas y los rĆos.
Mientras tanto, los gansos salvajes, en lo alto del cielo, puro y azul
vuelven a casa otra vez.
Quienquiera que seas, no importa cuƔn sola estƩs,
el mundo se ofrece a tu imaginación,
te llama como los gansos salvajes, Ɣspero y apasionado,
anunciando una y otra vez tu lugar
en la familia de las cosas.
El viaje
Un dĆa por fin supiste
lo que tenĆas que hacer, y empezaste
a pesar de las voces
y los malos consejos
a tu alrededor ā
a pesar de que toda la casa
empezó a temblar y sentiste
aquel antiguo tirón
en los tobillos.
āĀ”ArreglĆ” mi vida!ā
gritaba cada una de las voces.
Pero no te detuviste.
SabĆas lo que tenĆas que hacer
aunque el viento hurgara
con sus dedos rĆgidos
en tus cimientos ā
aunque su melancolĆa
fuera terrible.
Ya era bastante tarde
una noche salvaje
y el camino estaba lleno de ramas
caĆdas, y de piedras.
Pero de a poco
mientras dejabas atrƔs las voces
las estrellas empezaron a arder
a travƩs de la tela de las nubes
y una nueva voz apareció
y lentamente
la reconociste como propia
y te hizo compaƱĆa
mientras caminabas con pasos largos
mƔs y mƔs adentro
del mundo
decidida a hacer
lo Ćŗnico que podĆas hacer ā
decidida a salvar
la Ćŗnica vida que podĆas.
Los girasoles
VenĆ, acompaƱame
al campo de girasoles.
Sus rostros son discos pulidos
sus espaldas secas
crujen como mƔstiles
sus hojas verdes
tan pesadas y tantas
llenan su dĆa con el pegajoso
azĆŗcar del sol.
VenĆ, acompaƱame
a visitarlos,
son tĆmidos
pero quieren ser nuestros amigos;
tienen historias increĆbles
de cuando eran jóvenes ā
del clima importante
de cuervos revoloteando.
”No tengas miedo
de preguntarles cosas!
Sus caras brillantes
que siguen al sol
van a escucharte, y todas
esas filas de semillas ā
Ā”cada una darĆ” una vida nueva! ā
desearĆa comprender mĆ”s profundamente;
cada uno de ellos, aunque estĆ” en medio
de una multitud, es
un universo aparte
estƔ solo, y no es fƔcil
el lento trabajo
de convertir sus vidas
en celebración. VenĆ
conversemos con esos rostros humildes
su ropa sencilla de hojas,
sus gruesas raĆces en tierra
ardiendo, tan erguidas.

Patricio Foglia nació en 1985 en Buenos Aires. Publicó los poemarios Temperley, Lugano 1 y 2, La escafandra, Tokio, Todo lo que sabemos del cielo, Sampler (Caleta Olivia, 2022) y la nouvelle Oscuras flores de duelo (Editorial Conejos, 2022). Antologó Los fuegos de Orc (poesĆa y ciencia ficción) y Una marca de nacimiento (poesĆa y filiación). Tradujo, junto con Natalia Leiderman, Salto del ciervo (de Sharon Olds), El pĆ”jaro rojo y El trabajo del sueƱo (de Mary Oliver). Fue guionista del podcast Mostras: Maestras de la PoesĆa argentina.
Natalia Leiderman nació en 1990 en Buenos Aires, Argentina. Escribe, traduce, hace fotos. Da clases de literatura y de inglĆ©s. Publicó los poemarios Animales dorĆ”ndose al sol (El Ojo del mĆ”rmol, 2016) y StaÅenka (Caleta Olivia, 2019). Forma parte de las antologĆas Liberoamericanas: 80 poetas contemporĆ”neas (LiberoamĆ©rica: plataforma literaria, 2017), Otros colores para nosotras: poetas argentinas contemporĆ”neas (Ediciones Continente, 2018) y Camellia. Mujeres que toman tĆ© (Ceniza Editora, 2021). Tradujo, junto a Patricio Foglia, una selección de poemas de Sharon Olds (descargable en: www.malonmalon.com.ar) y los libros El pĆ”jaro rojo y El trabajo del sueƱo de Mary Oliver (Caleta Olivia, 2017 y 2020). Y forma parte de Ā«MedusaĀ»: agrupación de poetas y traductoras.
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